jueves, 11 de septiembre de 2014

DEFINICIÓN PARA RUTA DE INVESTIGACION










                                                                               
               

miércoles, 3 de septiembre de 2014

PROYECTO: APRENDIENDO CREATIVAMENTE



EXPERIMENTO CON PLANTAS



JABÓN DE LIMONCILLO


                                                                                 

                                             LABORATORIO DE CROMATOGRAFÍA



MI HUERTA



PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA



USOS DEL JABÓN 





APRENDER PARA COMPRENDER EN LA COTIDIANIDAD


Marina Vela Escandón
Las dinámicas del mundo contemporáneo y el contexto sociocultural hacen  cada vez más exigente la misión de la escuela en su propósito de formar, desde los primeros años, el semillero de las nuevas generaciones, con el fin de forjar procesos de transformación en las sociedades. Por tanto, la tarea del maestro implica una gestión mediada que debe centrarse en ayudar a niños y niñas a generar estructuras de pensamiento que les posibiliten comprender y aprender a lo largo de su vida. Es decir, potenciar el aprender a aprender, pensar y comprender.


Explica D. Perkins  (1989) que "comprender es la habilidad de pensar y actuar con flexibilidad a partir de lo que uno sabe", es "la capacidad de un desempeño flexible". Es decir, se hace necesario direccionar prácticas de enseñanza orientadas a promover desempeños, cada vez más complejos, que impliquen situaciones de vida cotidiana,  posibiliten al niño pensar y actuar a partir de lo que sabe.

A partir de los planteamientos de Perkins, se desarrollan  los proyectos en el preescolar de la Institución Educativa Juan Bautista Migani. Se trata de un trabajo que parte  del conjunto  de conocimientos de la vida de los niños, para que comprendan, a partir de sus saberes, que esos conceptos emergen en su entorno. Poniendo de relevancia el  interés de los niños  a la hora de comprender y aplicar lo aprendido.
 Los propósitos  están orientados a que reconozcan el uso de las nociones objeto de aprendizaje en el entorno cotidiano y las experimenten como un medio para actuar diariamente. En el mismo sentido, poner en diálogo el aula con  el entorno  sociocultural.

Es así como el   proyecto  de investigación apoyado por el programa “Ondas Colciencias” desarrollado en el curso del año escolar correspondió a:
Transformación de plantas medicinales que  contribuyan a mejorar  las condiciones de salud y bienestar del grupo.


El desarrollo del proceso de investigación, en relación con la estrategia de “Ondas Colciencias”,  estuvo  en vinculación directa con los postulados de Perkins, por cuanto cada  etapa (estar en la onda, perturbación de la onda, superposición de la onda, recorrido de la trayectoria de indagación, reflexión de la onda, y propagación de la onda) implicó  un proceso de interacción con saberes previos tanto de los niños como de sus familias, los cuales se constituyeron en el insumo fundamental para negociar la dinámica del proyecto y sus realizaciones y por supuesto los ejes de trabajo e indagación.


Las  actividades intencionalmente orientadas a la investigación, la exploración y la generación de preguntas, mediante  la observación, manipulación y experimentación, contribuyeron  a  desarrollar habilidades para el pensamiento científico (aprender a pensar, imaginar, suponer, inferir, formular hipótesis), que aportan a su  formación como ciudadanos críticos, creativos, capaces de discernir, analizar y proponer soluciones a los problemas que hacen parte de su cotidianidad y de la  sociedad actual.


En este contexto, el maestro  es un acompañante de los estudiantes en el proceso de desarrollo del pensamiento científico e incursión en la cultura de la investigación, lo cual implicó orientarlos a comprender los fenómenos que le rodean. Con este propósito, las plantas medicinales y su transformación como objeto de estudio, constituyeron un recurso valioso, puesto que contribuyeron al desarrollo de nociones encaminadas  a dar solución a una problemática y lograr cierto tipo de habilidades, específicamente, de competencias científicas. Es decir, “La capacidad del ser humano  para adquirir y generar conocimientos que contribuyen a fortalecer la formación de un ciudadano participativo, solidario, autónomo, reflexivo, crítico y capaz de apropiar la herencia cultural y emplearla productivamente para comprender y transformar el mundo”.Hernández (2005)

Es significativo ver como  el grupo se apropió de la problemática para transformarla en potencialidades desde la interacción con su entorno natural como materia prima  y mejorar sus condiciones de salud, bienestar escolar y familiar. Entre los aprendizajes logrados se encuentra la producción de jabón líquido  de limoncillo para lavar sus manos, tomar su desayuno y lonchera, el pan de limón para la gripe, coctel de yerbabuena para el dolor de estómago, champú de manzanilla, aromatizante de eucalipto para piso y masajes con crema de ortiga.  Experiencia que se constituyó en un ejercicio lúdico  de investigación, salud preventiva y, podría decirse, también de emprendimiento, puesto que se diseñaron marquillas para los productos y se generaron ideas para su comercialización entre las familias y amigos, llevando los productos  a casa para utilizarlos en su cotidianidad.


Finalmente, considero que la aventura emprendida logró potenciar en el semillero de investigación (niños y jóvenes) la curiosidad, el deseo de preguntar  y conocer sobre fenómenos, elementos y situaciones problemáticas, que hacen parte de la cotidianidad  para gestionar  soluciones, a partir del uso de  herramientas científicas para resolver un problema. Dichas herramientas, como la formulación de hipótesis, la experimentación y la inferencia, son propias del quehacer científico que conduce hacia  la construcción de nuevo conocimiento. Puche, (2007).  Es una vía  alternativa para   los desarrollos curriculares y proyectos transversales en  la formación  de la cultura de la investigación desde  las  primeras edades.